domingo, 5 de julio de 2009

Con homicidios, alquiler de armas y drogas se agudiza la “anarquía” en el 23 de Enero



La anarquía dentro de 23 de Enero se agudizó. Durante 2009, el número de homicidios aumentó en relación con 2008, el alquiler de armas y el tráfico de droga se hicieron más frecuentes y menos clandestinos y la proliferación de bandas (ya no de “colectivos sociales”) se volvió recurrente.
Según da cuenta la estadística del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, en lo que va de año se han registrado 26 homicidios en toda la parroquia, cinco más que los ocurridos hasta el 4 de julio de 2008.
“Algunos policías son los que entregan las armas a los malandros aquí. Nosotros hemos logrado determinar eso. En los operativos donde decomisan armamento nunca entregan el lote completo”
Por su parte, el registrador de 23 de Enero, Lisandro “Mao” Pérez, explicó que “toda la labor que habían adelantado los colectivos de 23 de Enero se había venido a pique durante 2009. La desarticulación de los grupos sociales devino en esta violencia que estamos viviendo aquí en la parroquia. La acción social del Gobierno no se ha correspondido a atacar el problema, esta proliferación de la inseguridad es producto de eso”.
Según las averiguaciones adelantadas por este funcionario público y también vecino de la zona, las zonas más peligrosas son Los Pinos, en El Observatorio; La Cañada, La Sierra, La Barraca y los predios de los bloques 52 y 53. A esta lista, otra moradora que prefirió cambiarse el nombre y hacerse llamar, por miedo, como Carolina Ruiz, le suma El Mirador y el centro de El Observatorio.
En cada una de estas zonas proliferaron bandas nuevas. Ellas se disputan zonas con los narcotraficantes y entre ellas. Y buscan ganar “respeto” infundando miedo en la zona. Por eso la cantidad de homicidios.
“Mao”, por su parte, agregó que ha logrado determinar que hay conexiones entre maleantes y policías dentro de 23 de Enero. “Algunos policías son los que entregan las armas a los malandros aquí. Nosotros hemos logrado determinar eso. En los operativos donde decomisan armamento nunca entregan el lote completo, se quedan con algunas y esas son las que se negocian. El volumen de armas es el que ha hecho que en la parroquia el alquiler de esas sea el segundo negocio más rentable luego del narcotráfico“, agregó el registrador de 23 de Enero.
La droga ya no es exclusiva, dijeron Mao y Carolina Ruiz, de una zona particluar como antes. Ahora en cualquiera de los bloques hay tráfico. “Además se han dado a la tarea de recorrer los colegios y de atrapar la atención de los jóvenes, que son los más vulnerables”, dijo esta vecina.
“Y es que esos maleantes emulan en las escuelas de la zona que ser delincuente es un negocio y da respeto… Hay una deformación muy fuerte… Ellos ven ante el hampa una forma de visualizar una vida nueva”, agregó “Mao”.
” Yo invito al ministro Tarek El Aissami a que nos sentemos y pongamos el tema de la inseguridad en 23 de Enero como un tema de discusión”
Falta de políticas Según el registrador de 23 de Enero, todo radica en que “ni los funcionarios policiales ni tampoco los del Ministerio de Interior y Justicia han dado una verdadera respuesta a lo que está ocurriendo dentro de la zona… La carpa que pusieron en Monte Piedad y que era un supuesto Centro de Coordinación Policial fue sólo un boom publicitario, nada más… La policía sigue beneficiando al hampa… Hasta que no se logre revertir eso, no se solucionará el problema”.
“Pero sí se puede solucionar. Yo invito al ministro Tarek El Aissami a que nos sentemos y pongamos el tema de la inseguridad en 23 de Enero como un tema de discusión… El problema aquí no es cómo se lo pintan… Las bandas están bien armadas… Acepte, ministro, la invitación”, insistió “Mao”.
De acuerdo con el registrador, la jerarquía de la vida carcelaria salió de los barrotes y el código se implantó en los barrios.
Es así como, según “Mao”, Carolina y muchos otros moradores consultados por la inminente anarquía que se enquista con más fuerza dentro de 23 de Enero, la solución se basa en la acción social como cooperación mutua.

María Isoliett IglesiasEl Universal

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