Vecinos denunciaron que delincuentes los mantienen azotados
Cuatro disparos recibió el carpintero Ezequiel de Jes´us Adrián Figueroa, luego de que discutiera con unos delincuentes que intentaron despojarlo de un pollo que había adquirido en una bodega.La víctima, de 26 años, trabajaba en la remodelación de unos muebles, frente a la residencia de un familiar, cuando llegaron los sujetos. "Él estaba ahí trabajando y le dispararon por gusto", dijo la señora Beatriz Julio, suegra del infortunado carpintero. El hecho ocurrió en horas de la tarde del pasado viernes en el sector El Chorrito, del barrio La Dolorita. Vecinos y amigos del joven asesinado dijeron que los antisociales lo habían amenazado de muerte porque en horas del mediodía asaltaban en una bodega y la víctima aprovechó un descuido de los asaltantes para huir con el pollo que había comprado para su familia. "A la gente la matan porque no hay ley. El pobre tiene sus días contados si se tropieza con un delincuente", dijo Carlos Herrera, primo de la víctima. El carpintero asesinado era casado y dejó huérfano a un niño de tres años de nacido. "Miren cómo dejaron a esta familia destruida. La seguridad está muy mal, porque todos los días matan a gente inocente, honrada y trabajadora. Los delincuentes cada vez crecen más", dijo la señora Julio cuando trataba de consolar a su hija y a su nieto en la morgue de Bello Monte. Los residentes del barrio La Dolorita denunciaron que todos los fines de semana los delincuentes salen a esperar a los trabajadores que regresan a sus casas para despojarlos de sus sueldos. Sostienen que los cuerpos policiales se limitan a realizar alcabalas en la parte baja del barrio, pero no suben a los callejones donde ocurren los asaltos. Adrián Figueroa murió de manera casi instantánea. Sus homicidas huyeron a pie. Los familiares de la víctima dijeron que en las últimas dos semanas siete personas han sido asesinadas en el barrio.
grodriguez@eluniversal.com
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