Foto: El Nuevo País
Cerca de cincuenta niños de educación maternal, preescolar y básica son considerados testigos excepcionales de un homicidio, pues al mismo tiempo son sobrevivientes del evento que ocurrió a las puertas de un plantel educativo situado en la avenida María Teresa Toro, en Las Acacias.A las siete de la mañana los representantes oyeron unos disparos y luego observaron a un asustado motorizado que intentaba refugiarse dentro del plantel, pero se desplomó. Se trataba de Jonathan Vásquez Blanco, de 24 años, quien quedó tendido a las puertas de la institución.
Segundos después llegaron sus perseguidores, lo remataron en el pavimento y cargaron con la motocicleta.
Los angustiados representantes de los alumnos del Instituto Educativo Eblin’s después de reponerse del sobresalto optaron por trancar las calles para protestar contra la inseguridad.“Tal vez mañana el ministro del Interior nos acuse de guarimberos y afirme que todo esto es un montaje y de haber sembrado este muerto aquí”, dijo la señora Mirian García, cuando corría junto a su bebé por la avenida María Teresa del Toro.
“La prioridad de este gobierno nunca ha sido la seguridad, la vida de las personas ni la gente. Es la bendita enmienda constitucional. Cada día la inseguridad se agudiza más y la delincuencia toma más terreno”, señaló el vecino y dirigente comunitario, Agustín Duque
“Gracias a Dios los niños salieron ilesos. Nos lanzamos al piso como una guerra. Los niños van a tener que recibir atención psicológica porque a esa edad ya han visto la muerte pasar frente a sus ojos”, dijo Mariana Robles. Los representantes improvisaron pancartas con el papel que utilizan las maestras para forrar las carteleras.
“Nos están matando”, refería un pergamino que izaba una representante mientras funcionarios del Cicpc levantaban el cadáver.
A los alumnos se les prohibió observar el procedimiento policial. Sus padres esperaban para llevárselos a casa. “Por aquí existen cinco colegios y los robos se observan a diario. Es triste lo que está pasando en este país con tanta inseguridad. A los representantes también los roban.
En diciembre robaron a tres maestras cuando llegaban del banco después de cobrar su quincena”, dijo el director del plantel, Inmer Eblin’s.
“De noche yo escucho cuando los ladrones forcejean con las víctimas para quitarles las carteras. En las azoteas tenemos piedras y yo me compré unos fosforitos para ahuyentarlos”, dijo la señora Carolina Fiore.
“A mí me han robado dos veces. Ahora tenemos que salir en grupo para protegernos, porque no hay policías por ningún lado”, dijo Balisa Oliva.
La tranca cesó cuando se llevaron el cadáver. Las pancartas en papel sirvieron para tapar la sangre, pero la cruenta imagen aún gravita en el plantel.
Vía El Universal / Gustavo Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario