miércoles, 21 de enero de 2009

En Venezuela la sangre corre que juega marullo



La Verdad - Dayana Fernández - Maracaibo - 19/01/2009 00:01 19

Venezuela es uno de los dos países más violentos de América Latina. En 2008, al menos 52 venezolanos fueron asesinados de forma violenta por cada 100 mil habitantes. Murieron a manos de delincuentes para ser atracadas, secuestradas o violentadas. Sólo El Salvador iguala estas cifras. El país con la tasa más baja es Argentina con seis homicidios por cada 100 mil personas.

Roberto Briceño León, criminólogo y director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), informó que según el estudio anual de la institución que preside, Venezuela es el país de mayor y más rápido crecimiento de violencia de la región.

La investigación señala que en 1998 se registraron cuatro mil 550 homicidios, mientras que en 2008 la cantidad se triplicó para ubicarse en 14 mil muertes. Catalogó la situación como un salto gigantesco y único en la historia de Latinoamérica, por lo que en esta oportunidad se ampliaron las variables del estudio para incluir la inseguridad, principal problema de Venezuela y el mayor temor de sus habitantes.

Briceño León informó que hace 10 años Venezuela, Brasil y México tenían entre 18 y 20 homicidios por cada 100 mil habitantes. Para 2008 Brasil mantiene esos índices con 19 homicidios, México bajó la tasa hasta 16, pero Venezuela tiene 2,5 veces más la cifra de 1998.

No es prioridad para el Gobierno

El también profesor de la Universidad Central de Venezuela indicó que el caso venezolano es más alarmante si se compara con la realidad de El Salvador, que es el país más pequeño de Latinoamérica, por supuesto con menos población, y que pasó por una guerra prolongada.

"La violencia de El Salvador viene de los grupos armados que se formaron tras la culminación de la guerra. La diferencia está en que durante los 15 años en El Salvador explotó un conflicto de intereses que terminó en el exceso de violencia, pero Venezuela, para la misma fecha, era considerado un país de violencia baja y cinco años antes era no violento porque la tasa de homicidios era similar a la de Estados Unidos: entre siete y ocho por cada 100 mil habitantes. En los cinco años del último periodo de Caldera los homicidios se mantuvieron alrededor de cuatro mil 700 mientras que la población seguía en aumento cada año”.

A su juicio, el Gobierno venezolano no considera la inseguridad y la violencia como un aspecto importante de la sociedad, Como prueba de ello destacó que en la memoria y cuenta que presentó el presidente Hugo Chávez no habló del tema. “En el estudio nos basamos en el número de homicidios porque esas son las cifras que tenemos a la mano. Las conclusiones que podemos sacar del índice de los secuestros puede que diste mucho de la realidad porque la gran mayoría de estos delitos no se denuncia. Si pasamos de 50 a más de 500 homicidios anuales, esa proporción es una pequeña muestra de lo que ocurre en realidad con los secuestros”.

Están de moda

En el estudio realizado por el Observatorio Venezolano de Violencia, en 2008 aumentaron los homicidios múltiples, por encargo y uso excesivo de violencia innecesaria. El criminólogo aseguró que estas categorías siguen siendo minoría entre las de los homicidios, pero le llama la atención el repunte.

Precisó que el sicariato se da cuando aumenta el número de asesinatos ya que los jóvenes están dispuestos a alquilarse. “Estos casi niños saben que pueden morir en cualquier momento en manos de cualquiera, por lo que se defienden matando. ¿Si se sienten en la capacidad de matar sólo por resguardar su vida, por qué no hacerlo para ganar dinero?”.

Informó que en el estudio se destacan además los asesinatos aún y cuando los delincuentes hayan conseguido su objetivo. “Si obtienen lo que quieren, pero aún así matan a la víctima, expresan una violencia sin necesidad. Hay un cierto goce o deleite, casi como un afirmación individual alrededor de la violencia”.

Algunas de las razones

El director del Observatorio Venezolano de Violencia rechazó la hipótesis del Gobierno que dice que la delincuencia es producto de la pobreza. Su análisis se basa en que los datos ofrecidos por el Ejecutivo nacional ofrecen una importante disminución de la pobreza contra un aumento indiscriminado de la inseguridad y violencia. “La pobreza no puede tener relación directa y única con la violencia. Ciertamente debe ser una de las razones que influya en el aumento de los asesinatos, pero muchos otros factores deben también hacerlo para que en los últimos 10 años hayan aumentado 2,5 veces los homicidios por cada 100 mil habitantes”.

El profesor universitario comparó las realidades de los países más cercanos a Venezuela con respecto a estos índices y concluyó que de ser cierta la relación inseguridad-pobreza, en México no deberían haber disminuido los asesinatos, por la falta de programas sociales, y en Brasil no deberían haberse mantenido las cifras puesto que no se mejoraron ni se incrementaron los programas dirigidos a eliminar la pobreza o mejorar la calidad de vida de las personas que mantienen esa condición.

"La razón del aumento de la inseguridad y la violencia es el quiebre de las instituciones, el resquebrajamiento del pacto social que es el respeto a las leyes y su correcto cumplimiento. El minuto de silencio que el Presidente guardó en uno de sus programas por la muerte de Tirofijo, el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, envía una carga psicológica a los venezolanos de solidaridad y consideración con el jefe de los secuestradores. Con eso la gente se pregunta si el secuestro se condena o se aplaude, es bueno o malo".

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